La playa de Las Palmas es una de las más sobresalientes en Esmeraldas. Dirigentes turísticos anhelan recuperar la seguridad y tranquilidad que merece el bañista.

Después de episodios que han afectado al turismo en Ecuador, como la pandemia y la violencia e inseguridad, este lunes 13 de junio el país amanece con nuevos agravantes que golpean al sector turístico nacional. En este caso el denominado paro nacional o nuevas jornadas de protesta por parte del movimiento indígena.

Son ciertos tramos de vías cerradas en unas cuatro provincias por manifestaciones en contra del Gobierno. Los representantes del sector turístico muestran rechazo y preocupación, ya que esta postura deja como respuesta bajos niveles de ocupación hotelera, reducción del transitar turístico e incremento del riesgo ciudadano.

Habría freno económico

Holbach Muñetón, presidente de la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo del Ecuador (Fenacaptur), presenta una postura de rechazo a la medida. “Estamos queriendo salir de un hueco que nos dejó la movilización de octubre de 2019, donde las pérdidas y destrucción que ciudadanos ecuatorianos hicieron en Quito, sin ser aprehendidos; me apena mucho y decepciona, luego viene el COVID-19, luego la delincuencia y otra vez las movilizaciones”, menciona el directivo.

El principal de la Fenacaptur agrega que el sector del turismo, como tercera fuente de ingresos no petroleros del país más golpeado, no está en contra de los reclamos. De hecho pide que los responsables, antes de actuar piensen en los afectados.

“Nadie está en contra de que reclamen, pero no tienen por qué afectar a un sector. Nosotros queremos trabajar, tenemos inversiones, activos y trabajadores que no queremos despedirlos, pero hay que pagarles cuando se trabaja y gana. Nuestra postura es de rechazo total y rotundo, si quieren reclamar, reclamen, cierren sus casas o negocios, vístanse, píntense, pero no molestando a los negocios o ecuatorianos que queremos trabajar”, expresa.

Jorge Benítez, presidente de la Cámara de Turismo de Esmeraldas, considera que estos hechos deprimentes y reincidentes (manifestaciones de octubre año 2019 y COVID-19) perjudica a la reactivación del país. “El sector turístico ha sido el más afectado y no es justo que en plena recuperación regresemos a la fase cero”. Añade que hasta el momento en la provincia verde no se registra aglomeración o bloqueo de vías. Al contrario, la ciudadanía esta presta a trabajar y generar ingresos.

“El verdadero problema en Esmeraldas es la inseguridad, que sí o no causa recelo en los turistas; y lo vemos reflejado en el último asueto del 24 de mayo, donde las playas permanecieron vacías. Pero si nos referimos al paro, cada quien defiende sus derechos, pero unirnos al paro es detener el trabajo consiente que estamos realizando para sacar a la provincia de ese círculo de peligro”, exterioriza del directivo Benítez.

Mientras Juan Vanegas, presidente de la Cámara Provincial del Azuay, dice que reincidir en un nuevo paro nacional mayormente desestabiliza al turismo. Expresa que el cierre de vías es lo que más incomoda a terceros. "En estos momentos estamos buscando solución a las personas que estaban de visita a la ciudad y que no tienen cómo regresar a sus destinos. La protesta es un derecho que en el año 2019 nos tomó más de año para recuperarnos”, afirma.

Él asegura que a raíz de la problemática, los turistas empiezan a cancelar reservas en hoteles, bares, agencias y restaurantes que hoy nuevamente dan trabajo a miles de familias. Esto ya no se convierten en un cambio de fecha, más bien termina en que ya no se den las vacaciones, además de percibir pérdidas después de invertir en una buena promoción turística.

“En Cuenca hay una semana completa de celebraciones. Por ejemplo este jueves 16 tenemos previsto celebrar al Corpus Christi, una de las más grandes fiestas en el Ecuador y que por cierto se le ha otorgado una gran inversión para la promoción. Hemos apuntado a diferentes lugares, ciudades con el objetivo de atraer a los viajeros y tener una reactivación total,  pero si se da un día más para el paro, hará un quiebre en las empresas turísticas”, manifiesta Juan Vanegas.

A raíz del acontecimiento suscitado en octubre 2019, el sector turístico, además del rechazo a la actual protesta, espera una pronta solución. Las consecuencias se verán. El paro nacional generará varios inconvenientes como vuelos suspendidos, posibles daños a bienes, cancelaciones de miles de reservas de habitaciones y eventos previstos y susto en  los turistas, coinciden los directivos. (I)

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