Doctora Melissa Rodríguez Santos. Ella hace una reflexión sobre la profesionalización en el sector turístico del Ecuador para ofrecer turismo de calidad.

En un momento de grandes cambios dentro del sector de la educación superior y el turismo, los especialistas en turismo y en la industria de la educación superior cumplen un rol fundamental para que exista una sinergia entre el sector público, privado y la academia. Específicamente, hasta qué punto los profesionales de turismo de las universidades e institutos superiores de Ecuador, son tomados en consideración para aportar desde su conocimiento a mejorar la calidad del turismo, en particular con respecto al creciente segmento de estudiantes maduros; y hasta qué punto dichos especialistas en turismo se han ido actualizando de acuerdo a las nuevas exigencias del mercado nacional e internacional.

El turismo es una actividad que puede tener un gran impacto en el desarrollo sostenible que implica una amplia cooperación entre empresas turísticas, destinos turísticos y autoridades nacionales, regionales y locales para cubrir un amplio grupo de desafíos y, al mismo tiempo, permanecer competitivo.

Las oportunidades para el desarrollo del turismo sostenible y la preservación de su competitividad es, en gran medida influenciados por la calidad del medio ambiente, para preservar y atraer el patrimonio natural y cultural y otros valores, bienes y recursos. Se considera sostenible cualquier tipo de turismo que contribuya permanentemente para la protección y promoción del medio ambiente, los recursos naturales y otros, los valores e integridad de la comunidad local.

A pesar de estas potencialidades que puede tener un destino turístico, la oferta de diferentes tipos de servicios a los huéspedes que son seguidos por el acceso a un entorno de almacenamiento que es el núcleo del turismo sostenible.

Como en cualquier otro tipo de turismo, el turismo sostenible tiene muchos "momentos de la verdad", que conviene ser visto cuidadosamente para crear una experiencia memorable para los visitantes. Estos momentos de la verdad pueden variar de la hospitalidad de los anfitriones, la calidad y sabor de los alimentos que se sirven a la higiene del hogar y la disponibilidad de necesidades básicas como el agua potable.

El turismo puede utilizar objetos, espacios e instalaciones que no son de interés para otras actividades. Solo el turismo puede valorizar volcanes, lagunas, playas, flora y fauna, áreas protegidas, cultura, folclore, etc. Estas ventajas se deben aprovecharlas siempre y en todas partes.

El desarrollo sostenible de un destino turístico y su marca es parte del desarrollo económico de una sociedad que es el objetivo básico de todos los países que se preocupan por su futuro y su lugar en el mundo. El desarrollo sostenible no implica sólo la protección del medio ambiente, sino el adecuado desarrollo económico, seguridad social y un estilo de vida saludable también.

El desarrollo sostenible de un destino turístico no se puede observar sin el medio ambiente, aspectos y desarrollo de la agricultura; uno de los conceptos más importantes es la cuestión de la durabilidad de instalaciones ambientales. La capacidad del sistema de baterías es un tamaño ecológico de la población o comunidad que puede ser soporte ilimitado con los recursos disponibles de ese sistema.

Calidad turística y hospitalidad

Cuando se hace mención a la calidad turística y a la hospitalidad en la experiencia de visita del país se habla de algunas falencias, desde la forma cómo preparamos y servimos los alimentos, la mala interpretación del patrimonio natural y cultural en la guianza, hasta la falta de higiene en los baños de algunas estaciones de gasolinera del país, un tema que es evidente en todo el país. Además, que para un país o una propuesta de viaje pueda ser considerado como destino o producto turístico  debe existir una integración y articulación de los componentes que conforman el sistema turístico o la denominada “cadena de valor”, que van desde las vías de acceso de primer orden, los servicios básicos e infraestructura, la señalización turística, los servicios de alojamiento y alimentación, las actividades turísticas, entre otros servicios; para ello se desea que el personal que labore en cada uno estos componentes, se encuentre capacitado para brindar un servicio de calidad y que este no sea manejado desde la improvisación o el empirismo.

La competitividad entre los destinos turísticos se considera una de las formas que dan cumplimiento al amplio fenómeno de la nueva competencia económica en el siglo XXI. Este tipo de competitividad, además de las características especiales, mantiene el carácter de la propia competitividad frente a los marcos de otras formas de las actividades humanas. Las capacidades de competitividad de los destinos turísticos muestran de forma explícita el nivel del desarrollo socioeconómico del destino turístico con especial atención a la calidad de vida.

La competitividad del turismo comienza con la afirmación de que la experiencia, las imágenes que el turista adquiere en el destino turístico es un producto fundamental en el turismo. Según esto, la competitividad en el turismo es hacia los destinos turísticos, en empresas del ámbito del turismo (organizadores de viajes, hotelería, transporte y otros servicios turísticos), pero este tipo de competitividad surge de la elección y depende de la elección que hace el turista sobre destinos turísticos alternativos. 

Bajo competitividad en turismo se puede ver la capacidad de aumentar el consumo turístico, de atraer a muchos más turistas brindándoles experiencias que los satisfagan y que sean recordados y al mismo tiempo se hace de forma rentable mejorando el bienestar de las personas en los destinos y preservar el patrimonio natural para las generaciones futuras.

El turismo es una actividad que puede tener un gran impacto en el desarrollo sostenible. La sostenibilidad se considera la cooperación entre empresas turísticas, destinos turísticos y nacionalidades, regiones y autoridades locales con el fin de hacer frente a un amplio grupo de desafíos y seguir siendo competitivos al mismo tiempo.

Tener capacidad profesional

Las exigencias de la demanda turística a nivel nacional e internacional deben ser consideradas para poder ser más competitivos y ofertar servicios y productos de acuerdo a estándares internacionales que logren en los turistas y viajeros, experiencias inolvidables; y eso se logra, en el turismo, con un talento humano altamente capacitado y con un gran nivel profesional.

Los procesos de formación y capacitación turísticas comienzan en el Ecuador con las creación de las primeras carreras de turismo. En el año de 1977, el entonces Instituto Tecnológica Equinoccial (ahora la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), en la ciudad de Quito, comienzan a formar profesionales técnicos turismo y hotelería y, en 1995, se crea la carrera de gastronomía; más tarde, en la región Costa se crea la Escuela de Hotelería y Turismo, en 1981, en la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil extensión Manta; y en la ciudad de Cuenca se crea por primera vez la carrera de Turismo, en el año de 1992, en la Universidad del Azuay. De esta manera empieza la historia de la profesionalización de la actividad turística en el Ecuador.

Sin embargo, a la fecha, muchos de los profesionales de turismo ya graduados no han logrado consolidar sus carreras profesionales por varios factores: pocas oportunidades laborales en el país, bajos niveles de sueldos en diferentes posiciones, baja demanda de profesionales de turismo desde el sector privado o escasa incorporación de profesionales en turismo en los diferentes niveles de gobierno del sector público como municipios (en sus direcciones de turismo, empresas públicas y otras entidades), en el Ministerio de Turismo (en sus diferentes departamentos o direcciones zonales) y otras entidades.

Sin ley de ejercicio profesional

A todo lo señalado anteriormente, cabe destacar, que a la fecha, no existe una normativa dentro de la ley de turismo o una ley de ejercicio profesional que ampare a los profesionales de turismo, tomando en cuenta, que ya desde 1977 existen carreras que profesionalizan de turismo en Ecuador. Cuando se crea una carrera profesional, en este caso de turismo, se lo hace a través de diseños curriculares, los cuales incluye un análisis de pertinencia social y demanda ocupacional y de acuerdo a las destrezas y habilidades que deben adquirir los futuros profesionales en turismo; sin embargo, desde el sector turístico se ha mencionado reiteradamente que las mallas curriculares no están acorde a la realidad del mundo laboral del turismo y la hospitalidad.

Es por ello que es importante que los futuros perfiles de egreso de las carreras de turismo en Ecuador se acoplen a las necesidades del mercado laboral, haciendo énfasis en el dominio de un segundo idioma como el inglés, el mundo digital, la innovación, tendencias turísticas, el respeto por el ambiente y las diferentes culturas y la sostenibilidad.

Es importante mencionar que el sector empresarial turístico juegan un papel importante en la generación de empleo, riqueza y la dinamización económica de un país, siendo clave que los empresarios optimicen la calidad de los productos y servicios turísticos y fomenten una cultura de mejora continua hacia la excelencia, articulándose con el resto de los actores de integran el sistema turístico como es el sector público y la academia; ya que hasta el momento, cada uno de estos actores ha desarrollado visiones independientes y no se ha trabajado de una manera colaborativa con una visión común, cuando las necesidades de un país son las mismas. (O)

 

La autora del artículo es la Dra. Melissa Rodríguez Santos

  • Ingeniera en Turismo.
  • Magister en Ecoturismo y Manejo de Áreas Naturales.
  • Doctora PhD en Educación.
  • Coordinadora Nacional de la Asociación de Profesionales en Turismo y Hotelería del Ecuador (APTHEC).
  • Directora de la carrera de Turismo del Instituto Universitario Rumiñahui.
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