Son más de 18 kilómetros para caminar, correr, recorrer en bicicleta, en una antigua línea férrea que atraviesa los valles de Cumbayá, Tumbaco y Puembo.

La sana costumbre de caminar por senderos, de oficializar y regular una ruta se originó en la parroquia Tumbaco, en Pichincha. En esa localidad se creó y recuperó caminos atractivos para la actividad deportiva y de ocio y hoy pasó a ser la opción favorita para los amantes de la naturaleza.

Esta ruta, para disfrutar en grupos de familia o amigos, es  El Chaquiñán. Se trata de un espacio ecológico de senderismo que atraviesa las parroquias Cumbayá, Tumbaco y Puembo, en los valles del oriente de Quito. Recorre un tramo del antiguo ferrocarril que se dirigía al norte del Ecuador.

Patricio Andrade, guía de turismo, destaca que la iniciativa surgió en aquellos tiempos de pandemia, cuando las familias no salían de sus casas y la naturaleza se presentaba en su máximo esplendor. Él señala que establecer ese recorrido pasó a ser una de las mejores decisiones, ya que después de dicha etapa los viajeros optarían por un disfrute libre, consciente y ecológico.

La actividad, que se divide en tres tramos, beneficia a más de 175 mil personas. El primero, de Cumbayá a Puembo, con  una extensión de 20 km; el segundo, desde Puembo hasta El Quinche, con 23 km; y un tercer sendero, desde el sector de la pasteurizadora Quito hasta Cumbayá, con 20 km. Así, esta ruta se ha convertido en uno de los parques lineales más largos de América.

En el trayecto, los turistas y caminantes locales quedan atrapados por algunas de las especies más representativas que incluyen el cholán, guarango y kishuar, además de plantas herbáceas como el espino amarillo, una especie que en época de floración atrae a numerosos colibríes; algarrobos, eucaliptos, alisos y su privilegiado clima cálido que se siente a lo largo del descenso.

Andrade asegura que allí también se aprecian diversos paisajes urbanos: “En el recorrido se ven casas de diversos estilos de construcción y antiguas estaciones de tren al costado de la vía, en días despejados se puede divisar algunas elevaciones cercanas de la región andina desde los diversos miradores que existen a lo largo del camino”.

La ruta Ecológica El Chaquiñán es la favorita de grupos de familias, amigos e inclusive de los ciclistas, quienes hacen uso de bicicletas alquiladas a un precio de $ 5 por tiempo ilimitado. Durante el recorrido  hay acceso a tres portales con sus respectivos baños y bebederos que le permiten al ciudadano recuperar energías.

“Se cruza por sobre el río Chiche donde hay un pequeño desvío que conduce a las orillas del mismo, el cual es utilizado para descansar y tomar fotografías del lugar. Gran parte de los tramos de la vía se comparte con personas que realizan caminata”, expresa.

En el caso de circular en bicicleta no existen cortes en el recorrido. Hay lugares en que la vía es compartida con vehículos; sin embargo, se han colocado señales para segregar el tránsito de bicicletas y vehículos automotores, los cuales deben ser respetados.

Museo Lizardo Andrade

MUSEO DE TUMBACO

El último balón marca Zambrano está en el Museo Lizardo Andrade y es el recuerdo histórico de las pelotas de cuero.

Una de las alternativas a las que se puede acceder durante el trayecto es el Museo Lizardo Andrade, ubicado en las calles Gonzalo Pizarro y Francisco de Orellana, en Tumbaco. En este espacio se conservan artículos del hogar de la época colonial. Es decir, conserva recuerdos históricos como pelotas de cuero, plancha a carbón, cinta magnetofónica y otros elementos.

“Este museo de sitio familiar es interactivo y en él se conserva la historia de la tecnología desde al año 1800 a 1875. Esta opción llama la atención de la gente, a veces por ejemplo los adultos lo han usado y al volverlo a ver traen consigo recuerdos, mientras que las nuevas generaciones conocen más de la historia del disco, se les hace tocar o escuchar un vinilo para que así conozcan más de sus antepasados”, detalla Andrade.

Restaurante Waykuna

Waykuna busca revalorizar la cocina tradicional

Waykuna busca revalorizar la cocina tradicional, según sus propietarios. Allí siempre hay fanesca en vasija de barro.

Waykuna turismo y gastronomía es una agencia que presta sus servicios en esta ruta. Quienes acceden al plan Full day concluyen la travesía degustando los platillos de la cocina tradicional en un restaurante acogedor e inspirado en la mezcla y toques de los sabores hogareños de Tumbaco.

El guía Andrade dice que en el restaurante se priorizan las técnicas de cocina ancestrales y se las complementa con productos orgánicos que consiguen a través de productores locales o de su propio huerto. Él añade que uno de sus grandes objetivos es recuperar la memoria histórica gastronómica del sector de Tumbaco

Allí sobresalen platos como el locro de ortiga, postres con cerezas chinas, platos con raíces o con tallos de cilantro. Además de otros platos comunes en la zona como el arroz con arvejas, que se servía para trabajos de cosecha; la uchucuta de la comuna Tola Chica o el cariucho y runaucho que se comen en las fiestas indígenas del sector. (I)

¿Qué llevar?

Para hacer senderismo es importante vestir con pantalones deportivos largos o cortos, mallas térmicas, camisetas de manga corta y manga larga de fibra sintética, sudaderas o polares y, al menos, una cazadora de montaña, chaqueta cortavientos. Abastecerse de agua para consumo personal.

Concentración

El punto de encuentro de Waikuna turismo es el parque central de Tumbaco, situado frente a la iglesia.

Precios

  • $ 15, adultos.
  • $ 7,50, niños de 7 a 12 años.
  • $ 12, tercera edad.
  • $ 12, grupos de familia de 10 a 12 personas.

Horarios de atención

De lunes a domingo de 07:00 hasta las 18:00.

Más detalles

Para reservas contactarse al número (593) 098520000.

Galería del sendero

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