Lo impresionante de la isla Portete son sus inmensas palmeras que llegan a medir hasta 15 metros de alto. Estas se balancean frente al mar y son un espectáculo.

Al sur de Esmeraldas, en el cantón Muisne, está la pequeña isla Portete, un paraíso turístico poco explorado en donde habitan cerca de 700 personas que son las encargadas de proteger y restaurar el entorno natural.

Allí una fuerte brisa da la bienvenida a los turistas que, atraídos por el balanceo de las altas palmeras de coco, se deleitan con el mar, arena blanca y una playa limpia.

Un dato curioso de los habitantes de este balneario es que son descendientes de los primeros hombres y mujeres libres procedentes de África que llegaron al Ecuador hace aproximadamente 460 años y poblaron toda la provincia. Este hecho se lo celebra en noviembre, en un acto llamado el retorno al Palenque de la Libertad.

Rodeada de manglares 

isla Portete, Esmeraldas

Los manglares de la isla Portete, en Esmeraldas,  constituyen un valioso hábitat para la cría de especies. 

Isla Portete, en Esmeraldas, es una joya natural que forma parte del refugio de vida silvestre manglar Estuario del Río Muisne, lo que la convierte en un lugar diverso y lleno de vida salvaje. Tiene 35 kilómetros de área protegida y es la segunda parte del mundo con el manglar más alto.

Erick Cruz, guía local, señala que isla Portete es un sitio especial porque posee manglares de bosques pantanosos que se desarrollan en el punto donde converge una vertiente de río con un brazo de mar. Explorar los alrededores de la isla y conocer sus manglares tiene un costo de $ 10 por persona.

Existe una variedad de manglares comol negro, rojo, blanco, botón, piñuelo y nato. Estos aportan a la comunidad, especialmente para la pesquería.

Cruz dice que en estos bosques pantanosos los habitantes recolectan las conchas, cangrejos, peces e incluso permiten que los turistas vivan la experiencia. “Los mangles son la clave para la conservación de diferentes especies de animales y vegetales, que necesitan estos hábitats para crecer y desarrollarse”, agrega.

Santuario de tortugas 

isla Portete, Esmeraldas

Los amantes de la naturaleza pueden divisar pelícanos, gaviotines, fragatas y tortugas marinas en el lugar. 

Isla Portete también es un santuario de tortugas marinas de la especie golfinas. Ricardo Casierra, ingeniero en agronomía y medio ambiente, comenta que de julio a marzo, los habitantes cuidan los huevos en el proceso del desove y enseñan a los turistas sobre ese proceso.

“La observación de los nidos de estos reptiles es parte de la rutina de los turistas, quienes han participado en el nacimiento de los neonatos, que emprenden una trayectoria del nido hasta el mar. Participar de la travesía necesita de la presencia de un guía, quién despejará dudas y detalles de la actividad”, sostiene.

Casierra cuenta que por cada temporada se llega hasta 94 nidos identificados para la protección y conservación cerca de la playa, para que no se vean afectados por la marea. Los sitios donde están los nidos se hallan debidamente señalizados con cercas y avisos informativos en los que se pide a los bañistas que no se acerquen demasiado.

“A través de esos anuncios se informa de la amenaza que representa para los animales. Además se cumple con una jornada de sensibilización y concienciación de los turistas sobre la importancia de la conservación de las tortugas marinas, lo cual es fundamental para lograr los objetivos de resguardo de los nidos y neonatos”, exterioriza.

Un lugar para disfrutar 

isla Portete, Esmeraldas

Una aventura en parapente le permite al visitante sentir la caricia del viento Se emociona y estimula su adrenalina. 

En la isla a más de aprender a conservar el entorno natural también se puede disfrutar de su playa con la suave arena blanca y decorada con gigantescas palmeras cargadas de cocos. Su brisa y el mar azulado acogen a los bañistas interesados en un sitio sereno y seguro.

Su ingreso es necesario en bote desde el continente hasta la isla Zapotal, en donde sus orillas dan paso al otro lado del mar, a la isla Porte, una joyita escondida.

“Quedarán maravillados de la belleza natural que solo la isla Portete ofrece. Claro que en Esmeraldas hay muchas opciones para visitar, pero aún en tiempos de inseguridad este pasa a ser uno de los sitios más seguros y despejados del ajetreo de la ciudad”, dice Carlos Nazareno, comunero. 

Rosa Fariño, guía de turismo, señala que en isla Portete, en Esmeraldas, hay postales imperdibles como una pared verde con imágenes en blanco y negro que los viajeros cuelgan tras su visita. 

Un descanso en la arena es relajación total, aún después de varias horas de estar dentro del mar. Por otro lado, los turistas serán testigos de cómo, con el sol en los pies, los pescadores sacan las redes del mar y comienzan a trabajar con sus cuerpos amarrados a cuerdas y palos.

“Los pájaros se muestran amigables con los turistas y posan para las fotos. Otras de las aves que dan su espectáculo son los pelícanos, gaviotas, fragatas y tortugas”, expresa Fariño.

En los últimos años se han ido incrementando actividades turísticas en la playa como el parapente, wakeboarding en el santuario del río, cabalgatas a lo largo de la playa e incluso kitesurfing. Cada una de ellas tiene un costo que promedia los $ 15 por persona.

Gastronomía 

Comida Típica Esmeraldeña

Esmeraldas tiene una gastronomía rica y diversas. La sazón es variada y se basa en productos del mar y el plátano. 

Dolores Quimi, conocedora de la cocina local, cuenta que la gastronomía esmeraldeña es elaborada con los productos frescos que sus pescadores obtienen del manglar, la cual es muy recomendada. 

“En mi humilde rincón van a encontrar una variedad de platos, aunque los más vendidos son el arroz marinero, que cuesta, $7.50; ceviche, de $ 7 a $12; sopa marinera, a $ 8. Se los recomiendo porque los deja como nuevos”, detalla.

Hospedaje 

La comunidad está rodeada por lujosos complejos. Si el turista está vacacionando en el Royal Decameron de Mompiche, la isla está justo en frente. 

Pero si prefiere algo más relajado, en la isla también existen hospedajes comunitarios que van desde los $ 15 la noche y cerca al mar.

También hay opciones para acampar en los alrededores de las palmeras, ocupar las cabañas de bambú que están en la comunidad o en lujosas cadenas hoteleras que también prestan servicio en esta isla considerada uno de esos paraísos pocos explorados de Ecuador.

¿Cómo llegar? 

Desde Guayaquil hasta isla Portete son 456 kilómetros por la Ruta del Spondylus y desde Quito, 361 kilómetros. Se llega en transporte público o en vehículo privado. 

Si está en Esmeraldas se toma un bus hasta Mompiche. El costo del pasaje es de $4.50 y $5 con un recorrido de aproximadamente dos horas.

Una vez en Mompiche, se toma un taxi o una tricimoto para ir al muelle de Portete. El costo del viaje es de $ 2.50. En el muelle, se debe tomar una lancha para llegar a la isla, a une un costo de $ 0.50 y el recorrido dura 5 minutos. (I)

Ubicación 

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