Fernando Carrión Luna, el pintor autodidacta que plasmó los murales del Buijo Histórico para volverlo turístico

La calle de las cometas es uno de los atractivos del Buijo Histórico. Allí está uno de los 30 murales pintados por Fernando Carrión Luna. Foto Turisec

Suena el canto de las aves a la hora del ocaso, suena la música en un parlante lejano; pasa una motocicleta, pasa un carro; un grupo de jóvenes ríe a carcajadas. Nada de aquello interrumpe la concentración de Solange Alvarez y Katuiska Matamoros. Hacen de la pared de una casa un lienzo. Ahí dan los toques finales a un mural que deja ver un cúmulo de libros y un joven que posa sobre ellos.

Una de ellas, descalza, usa un tacho de pintura como andamio para pintar la parte alta; su compañera, mejora el color de la tapa de un libro. Ciudades de Papel J. Green, Harry Potter JK. Rowling, El Alquimista, El Hombre de la Rosa, son algunas de las inscripciones ya pintadas.

El Buijo Histórico transformado pintor Fernando Carrión

Solange Alvarez y Katuiska Matamoros dan los últimos retoques a uno de los murales del poblado de La Puntilla.

Su tarea se apresura al morir este jueves 23 de junio, pues dos días después, el sábado 25 será la inauguración de la transformación del Buijo Histórico, de un pueblito rural a una zona turística, en la parroquia La Puntilla, de Samborondón.

Los trabajos giran, sobre todo, en la pintura de unos 30 murales en las fachadas de las viviendas, con diversos motivos, la ornamentación de la calle de los globos aerostáticos y la de los paraguas; la construcción de una pista de skate y otras obras en el malecón.

En la calle de los globos aerostáticos se encuentra otro de los murales sobre paredes pintado por Fernando Carrión.

Sin duda, el imán, lo que más resalta de esta transformación es la obra de los murales, Y Álvarez y Matamoros forman parte del equipo de ocho personas que ha dirigido Fernando Carrión Luna en ese trabajo de arte.

Fernando Carrión junto a su hijo, Jair. Ambos han laborado sin interrupciones desde diciembre hasta dejar lista la obra.

Carrión Luna, quien no tiene estudios formales de pintura, pero sí capacitaciones online y una amplia experiencia, fue contratado por la Dirección de Turismo del Municipio de Samborondón.

Cuenta que su trabajo comenzó en diciembre del año pasado y hoy, ya algunos de los murales tienen fama internacional porque han llegado visitantes que han replicado fotografías, como la de la casa de los globos, la de la vivienda donde una niña extiende la mano por una ventana y muchas otras.

A la directora de Turismo del cabildo de Samborondón, Inés Mancero, la señala Carrión como la "autora intelectual", pues ella le proporcionó los modelos.

El Buijo Histórico se abre al turismo con ferias y murales; es un poblado rural en medio de urbanizaciones exclusivas

"Hemos pintado unos treinta murales y han trabajado unas ocho personas conmigo de forma permanente, sobre todo mi hijo, Jair", dice Carrión, quien reside en la cabecera cantonal de Samborondón y allí también hay trabajos de su autoría.

Destaca que han utilizado diversas técnicas, según la pared. Siente orgullo y humildad al saber que los murales son el principal atractivo del Buijo Histórico, un poblado rural que décadas atrás no tenía luz ni otros servicios básicos y que hoy se apresta a recibir una obra que enorgullece a sus habitantes.

Asentado a orillas del río Babahoyo y rodeado de urbanizaciones exclusivas, Buijo Histórico se compone en su mayoría de casas con jardines en sus portales; de gente acogedora, que se va adaptando a recibir visitantes.(I)

El Parque Histórico deja ver de cerca a aves y animales; posee cuadros de antaño y suma un nuevo atractivo