La Troncal es un destino turístico privilegiado por la naturaleza al contar con cascadas, ríos y montañas con rica fauna y flora. Hay también balnearios y hosterías.

Hacer turismo en La Troncal es vivir experiencias únicas. Se puede volar con las alas abiertas como  pájaros o atados a un cable. Ir serpenteando por los montañas, por los árboles y los encañonados de los ríos. 

La Troncal es el paraíso subtropical de la extremadamente fría provincia andina de Cañar, en las estribaciones de los Andes. Es la puerta de entrada a la Costa desde el sur de la Sierra cañari, a tan solo 77 km de Guayaquil. A la localidad llegan turistas de ambas regiones, Costa y Sierra.

Visitar La Troncal es recordar la historia ancestral y vivir la reciente. Los antiguos cañaris la llegaron a denominar como Rircay, que simboliza una figura mítica que relaciona la agricultura con la muerte en un ciclo interminable con la creación de la vida.

Turismo de naturaleza

Al turismo de La Troncal

La práctica de deportes extremos es lo favorito de los turistas que llegan por coleccionar nuevas aventuras. 

Sus atractivos se disfrutan entre un agradable clima cálido y la amabilidad de su gente, lo que convierte al cantón en un sitio ideal para salir de la rutina.

Para los amantes de la aventura, el cantón cuenta con cascadas y un sinnúmero de actividades para realizar. El parapente es el preferido por los visitantes.

Ricardo Salinas, guía de turismo, señala que el principal atractivo turístico de La Troncal son las cascadas de Chochancay. Él asegura que su nombre se debe a que mientras se va ascendiendo, los turistas encontrarán siete cascadas de agua cristalina que forman parte de la cuenca media del río Bulubulu.

“Es un atractivo natural de mucha relevancia para el turismo de La Troncal. El agua de la cascada es cristalina y sin contaminación, ya que se forma de todos los afluentes que se encuentran en los bosques  del cantón. Quienes pasan por el sitio pueden realizar recorridos a caballo en el sendero, caminatas, rapeling y canyoning si es posible y hasta disfrutar de las plantas y amigables animales”, detalla el guía de turismo.

Los visitantes que deseen participar de la práctica de algunos de los deportes necesitan de la ayuda de un guía especializado. El servicio por persona es de $ 15 para recorrer cada sendero y montañas de La Troncal.

Aguas termales

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Aparte de las piscinas de aguas naturales hay una pequeña cascada donde los turistas pueden disfrutar. 

Yanayacu es un lugar privilegiado que brinda todas las bondades de la naturaleza, vegetación única con paisajes espectaculares, diversidad de especies inigualables, recreación en sus amplias y cómodas instalaciones y una experiencia saludable en sus aguas termales utilizadas como medicina natural, según lo describen los lugareños.

“Son conocidas por sus propiedades sanadoras para variadas enfermedades y dolencias. Se trata de las aguas termales que brotan del suelo con unos 5 grados centígrados más de temperatura que la de la superficie, en la mayoría de los casos. Bañarse en sus aguas es algo de no contar”, expresa Luis Rivas, turista.

Yanayacu queda a 30 minutos de La Troncal, con atención a los bañistas de lunes a domingo de 06:00 a 18:00. El costo para su ingreso es de $ 5 adultos y $ 3 los niños.

Artesanías

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Las artesanías de La Troncal son expandidas por algunas ciudades del país y  otras partes del mundo. 

Como referente del turismo de La Troncal está la producción artesanal hecha por las manos de mujeres de la localidad. Lucía Vera, artesana, asegura que la elaboración de las piezas son realizadas en madera de distintas especies; se hacen muebles rústicos y se fabrican carrocerías y demás elementos.

Vera sostiene que otra forma de elaborar artesanías es a través del tallo de plátano, la cual se constituye en materia prima para ofertar productos como sombreros, gorras, bisutería, cinturones, carteras, tapetes, forros de botellas, carpetas, portarretratos, diademas, centros de mesa, apliques y hasta cuadros.

“El procedimiento empieza por la recolección del tallo en estado jecho (maduro), se extraen unas capas y ponen a secar al sol por ochos días. Una vez secas se cortan en tiras, luego se las selecciona para entrelazar las tiras con las manos para después venderlas a precios cómodos desde $ 3 hasta un poco más”, expresa la artesana.

Arqueología

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El mega parque de Manta quedará a orillas del perfil costero con el propósito que los turistas lo disfruten. 

Museo la Puntilla es otra de las razones para hacer turismo en La Troncal. Este sitio arqueológico está ubicado en la vía La Troncal–Puerto Inca. Rodrigo Naranjo, historiador, dice que por muchos años, allí se asentó la cultura cañari. Más tarde en el sitio se encontraron maquinas antiguas, planchas de carbón, restos arqueológicos, obsidiana y restos de piedras volcánicas.

“Gracias a estas piezas arqueológicas que fueron descubiertas con el tiempo, hoy La Puntilla cuenta con un centro comunitario en donde se ubica el museo de La Puntilla, que está abierto para que el público conozca de nuestros orígenes ancestrales”, sostiene Naranjo.

Gastronomía

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El bollo es uno de los varios platos típicos  que surgió con la mezcla de las culturas costeñas.

En La Troncal se puede combinar el cuy con el caldo de cangrejo, peculiar mixtura con la que se busca simbolizar el multifacético rostro culinario.

Otro plato exquisito y representativo de La Troncal, que absorbe ese cóctel de orígenes, es el famoso bollo que se lo prepara de al menos 19 y diferentes formas. Roberto Calderón, chef profesional lo prepara desde casi 47 años.

“Por mucho tiempo he perfeccionado más de una decena de clases de bollos. Una de ellas, de pescado con camarón. Ustedes se preguntarán qué tiene, está hecho con masa pre cocida, maní con un pequeño toque especial de la casa, hoja natural y mucho amor para cocinarlo por 20 minutos y después servírselo calientito por $ 5”, comenta el chef.

Hospedaje

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El Chorro es lugar paradisíaco con un clima húmedo tropical. Cerca hay cascadas junto a la frondosa vegetación. 

El turismo en La Troncal se facilita por su variada infraestructura hotelera. Walter Segovia, propietario de la hostelería El Chorro, asegura que su refugio está alejado del ruido de la ciudad y transmite paz. “Nuestro rincón es exclusivo, porque le facilita a los huéspedes la práctica de canoping para que ellos crucen de un lado a otro y así respirar el aire puro del campo”, exterioriza.

Hostelería El Chorro queda a 12 kilómetros de la cabecera cantonal. Es una propuesta diferente, ya que le permite al turista dormir con la neblina, levantarse al día siguiente con el canto de las aves, caminar por los senderos, refrescarse en el agua de las cascadas que quedan cerca del punto y hasta realizar deportes extremos.

os precios del servicio van desde $30 por persona la noche en horarios de atención de lunes a domingo de 08:00 a 21:00. Más detalles al 0997826906.

Pero hay infinidad de hoteles, hostales y hosterías con precios desde $ 10 por persona la noche. (I)

 

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