Hasta antes de la pandemia, el ícono turístico de Alausí era el recorrido del tren por la Nariz del Diablo. Hoy hay dos locomotoras y vagones parados.

La vuelta a rodar del tren en Ecuador sigue en una espera que parece interminable. En diciembre de 2022 hubo una reunión entre los ministros de Turismo, Niels Olsen, y el de Transporte y Obras Públicas, Darío Herrera. Al final de esa cita se anunció que se lo pondría en marcha, con fines turísticos. En enero, ambos ministros detallaron que en abril se reabrirá la ruta Alausí-Simabambe, que pasa por la Nariz del Diablo, ícono para el turismo en el país.

El anuncio de la rehabilitación del tren en Ecuador, además de la ruta por la Nariz del Diablo (8km), incluía otros cinco tramos. Hoy, abril 11, todo sigue igual, abandonado, la oferta no se cumplió y no hay respuestas. Los reclamos llegan desde las rutas que debían rehabilitarse y siguen destruyéndose.

Las otras rutas son: Tambo-Coyoctor, de 2 kilómetros, en Cañar; Ibarra-Salinas, de 27 kilómetros, en Imbabura; Durán-Bucay, de 26 kilómetros, en Guayas; Quito-Boliche (Pichincha - Cotopaxi), de 59 kilómetros; Riobamba-Urbina, de 31 kilómetros, también en Chimborazo. 

Desazón empieza en Alausí 

En Alausí, Chimborazo, la esperanza de la reapertura se esfumó aún más con el deslave de magnitud que se produjo el 26 de marzo pasado, que hasta la fecha deja una cifra de 33 fallecidos  y 55 desaparecidos. Allí se dice que el fracaso en la rehabilitación del tren de Ecuador no fue solo por culpa del desastre sino por falta de compromiso y una mejor coordinación de parte del Gobierno central.

Poloño Andrade, presidente de la Cámara de Turismo de Chimborazo, indica que solo se trató de un simple decir, ya que no era seguro que el vapor y sonido de las locomotoras del tren volvieran tan pronto a sentirse en Ecuador. De hecho, desde su ausencia a raíz de la pandemia, ha dejado a Alausí y todo Chimborazo en jaque, con el turismo como el sector más golpeado.

Asegura que para el desarrollo del proyecto, que se anunció reiteradamente desde el 2021, se estimaba la inversión de 1.300 millones de dólares con fines turísticos y enfoque de inversión extranjera, que apuntaba a un tinte de ayuda social y de generación de empleo; sin embargo, "todo lo antes dicho solo quedó en palabras". 

Poca o nula organización 

ALAUSÍ

El resultado del deslave fue de al menos 150 metros de vía férrea afectados, debido al deslizamiento en Alausí.

Andrade menciona que nada se apreció de los avances del proceso de habilitación del tren de Ecuador en la ruta de la Nariz del Diablo, por eso no se puede interponer o culpar el reciente desastre de Alausí para no hacer posible la operación del ferrocarril.

Dice que el trabajo conjunto tuvo que empezar con la inversión económica para mejorar las vías que conecten con otras comunidades. “Nos han catalogado un destino de patrimonios mágicos, cuando aquí no hay buenas vías ni para buses, menos estamos en condición para habilitar el ferrocarril”, sostiene el dirigente turístico.

Comenta que no es la primera vez que son víctimas de la desinformación y falsas promesas. Por ejemplo, hace un tiempo atrás se consideró la mejora de las vías en la ruta Riobamba–Ambato, de lo cual actualmente son cuatro carriles incompletos y en el olvido.

“Si no cumplen con algo básico, tampoco se van a enfocar en grandes proyectos y de grandes inversiones. Qué pena que promocionan algo que no existe para que vengan los extranjeros y se den un tremendo choque con la única y triste realidad, un pueblo en medio de la nada”, acota.

Ve difícil que se haga realidad la rehabilitación del tren en Ecuador, al menos en la ruta por la Nariz del Diablo. Recomienda: “Solo será posible cuando ya exista integración con grandes empresas que coticen en bolsas con amplias experiencias. Esas empresas deben estar seguras y confirmar su participación, pero para esta ocasión nada estaba seguro”, finaliza.

Compleja habilitación del tren

Raúl García, presidente de la Cámara de Turismo de Pichincha, una de las rutas en donde el tren de Ecuador volvería a rodar en este primer semestre de 2023, además de la Nariz del Diablo,  manifiesta que la propuesta solo se muestra como una promesa que no pasó de palabras, aunque se supone las ministerios correspondientes estaban cumpliendo con su misión.

Él sostiene que hace un mes atrás se le notificó que apenas se encontraban en la fase de concurso y búsqueda de las operadoras o empresas participantes, al menos del tramo Alausí por la Nariz del Diablo.

“Tengo conocimiento de que en eso se trabajaba, algo que es controversial porque para febrero del presente año se decía que ya era un hecho la participación de dos empresas con manejo de trenes en América Latina, los mismos que ya habían venido al país para conocer el ferrocarril”, señala.

García explica que actualmente todo quedó en segundo plano. Asimismo, a él le queda claro que hacer turismo por la ruta de los volcanes sigue siendo complejo y no hay fecha tentativa para pasar la página.

“Quizás sí hubo o hay una gestión, pero no es fácil. El tren, pese a ser un gran producto es difícil y menos ahora cuando atravesamos una crisis, inseguridad y demás necesidades sociales . Lo más reciente que pasó en Alausí es una razón para pensar por la vida más no por los ingresos económicos”, finaliza. 

Estación del tren en el olvido

Cada una de las seis rutas en posible rehabilitación, por cerca de tres años han permanecido en el olvido. Entre  ellas está la estación de ferrocarril de Yaguachi, en Guayas, que en este abril de 2023 permanece abandonada y desmantelada por vagabundos.

Actualmente, el lugar se ha convertido en refugio de consumidores de drogas, roedores y otros animales. Los moradores del sector piden su intervención para recuperar el turismo en uno de los puntos más atractivos del cantón.

“Después de la pandemia, a este lugar ya no volvió más el tren y todo comenzó a dañarse, quitaron el guardia y empezaron a robar las cosas. Hubo esperanza, incluso por la visita de la prefecta Susana González que (en campaña) apostaba por este tesoro; sin embargo, una vez más se quedó en la nada”, expresa Raúl Sánchez, historiador y ex concejal yaguacheño.

Sánchez dice que después de la crisis sanitaria, los únicos interesados en visitar la estación de ferrocarril Yaguachi han sido los medios de comunicación, quienes buscaban que el ferrocarril vuelva a rodar, aunque la responsabilidad recae en los Ministerio de Turismo y Transporte, como encargados de dar soluciones.

“La idea era ir abriendo tramos y recuperar el turismo, pero fue un trabajo inconcluso que solo quedó en palabras. De hecho, tengo conocimiento que habían 30 GAD´S municipales del Ecuador con intención de contribuir a la reactivación, no obstante no se llegó a nada”, manifiesta.

También desmiente el pronto diálogo, ya que las autoridades principales jamás se sentaron para llegar a un acuerdo que pueda beneficiar en alguna parte directamente a los cantones que subsistían de esta actividad turística.

“Poco a poco hemos perdido nuestros atractivos, nuestra belleza que por años reunía a miles de miles extranjeros, más a los gringos y chinos, quienes en tiempo de fiesta eran infaltables. Todo ha cambiado y que pena ser testigo de ambas historias”, relata.

"También ya perdimos la costumbre, en donde cerca de las 10:00 se escuchaba el sonido de la locomotora. Que bonito era detener las actividades de trabajo o casa y deleitarse del chillido de la locomotora”, concluye.

Ministerios, sin respuestas

En los ministerios hay pocas respuestas. Comunicación del Ministerio de Ambiente dijo a este medio que es el Ministerio de Transporte tiene la competencia por ser una obra física. En este último no se respondió a un pedido de información sobre la marcha del tren en Ecuador. (I)

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