Hugo Gustavo Fierro contó en su muro de Facebook esta novedad: "Se realizó la evacuación con éxito de dos turistas de nacionalidad alemana desde la parroquia de Salinas, cantón Guaranda, con destino hacia la ciudad de Guayaquil, para de ahí retornar a su país de origen, en uso de sus atribuciones de la protección al turista, respeto y la garantía del derecho al bienestar y seguridad al turista. Trabajo en conjunto con el Ministerio de Turismo, la Unidad de Tránsito del GAD, la Fecab Brunari y la Unidad de Turismo".
En ese operativo se usaron motos y carros. Hubo un final feliz. Pero decenas, quizás cientos y hasta miles de turistas extranjeros están pasando penurias en diversos destinos turísticos del Ecuador, por el paro liderado por la Conaie. Este viernes se cumple el quinto día de la protesta, que incluye el cierre de vías y hasta el ataque a vehículos que circulan desafiando la medida por las vías del país.
Pese a que TURISEC hace periodismo sobre todo lo positivo del país en el aspecto turístico, no puede dejar de contar las peripecias que pasan los excursionistas, los operadores, dueños de hoteles y hasta organizadores de fiestas que han debido suspender las agendas.
El Ministerio de la producción estima que cada día el sector turístico pierde dos millones de dólares, mientras Holbach Muñetón, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo de Ecuador (Fenacaptur), afirma que los perjuicios oscilan entre 2 y 5 millones de dólares diarios cada día.
El drama de los turistas se observa, por ejemplo, en Santa Elena. Hay cierres en San Pablo, Jambelí, Libertador Bolívar y otros sectores de la Ruta del Spondylus. Los turistas nacionales y extranjeros están afectados, Un caso es el de Luis García, de nacionalidad colombiana, quien la mañana del jueves 16 de junio hizo tres trasbordos para llegar desde Santa Elena a Montañita.
García rechaza lo acontecido, pues gran parte de la travesía le tocó caminar en compañía de otros turistas. "No sabía de estos cierres. Qué vaina. Qué problema”. Él asegura que después de este contratiempo tiene pocas ganas de considerar a Ecuador como un destino turístico confiable.
Luis Tenempaguay, vicepresidente de la Cámara Provincial de Turismo de Santa Elena, critica el accionar de los comuneros que al impedir el paso de los vehículos están uniéndose a un problema ajeno y afectando al turismo.
“Es un tremendo perjuicio para el sector turístico, ya son cinco días consecutivos. Es inaudito esto. Por favor, queremos el dialogo, queremos solución, estamos perdiendo millones de dólares”, reclama el dirigente este viernes 17 de junio.
Motos y carros se utilizaron para rescatar a dos turistas alemanes desde la parroquia Salinas de Guaranda.
Otro de los afectados es Darwin Carrasco, uno de los representantes de la cooperativa de trasporte y Turismo Flota Pelileo, quien desde las 22:00 del domingo 12 de junio se dirigía hacia Ambato con 10 pasajeros turistas.
“Se decía que el paro era suspendido, por eso nos arriesgamos a conducir con destino directo a Ambato. Todo iba bien hasta que en la madrugada del lunes 13, tipo 01:00 nos quedamos paralizados en la parroquia Juan de Velasco (Vía Pallatanga-Riobamba), sin comida, a las oscuras y a 5 grados de temperatura”, relata Carrasco.
Añade que horas más tarde de aquel lunes optó por regresar a Guayaquil. “Dimos la vuelta porque la vida de las personas que llevo son mi prioridad. Al no ser posible quisimos buscar refugio en el sector El Tablón; allí los comuneros nos salieron a la defensiva, agresivos, con intención de pinchar las ruedas del bus y romper los parabrisas”, se queja.
Carrasco asegura que en estos cinco días de paro nacional ningún sitio ha sido seguro; los turistas están entrando en pánico y enfermándose, mientras que los comuneros de los sectores aledaños a Pallatanga y Colta se están beneficiando. “Cierran las vías y las vuelen a abrir, pero, ojo, solo pasa quien paga un supuesto peaje de $ 10, para más tarde volverlas a cerrar”, lamenta.
Carmen Arévalo, otra perjudicada, dice que viajaba a Ambato por temas de trabajo y además por unas cortas vacaciones para lo que ya había realizado su respectiva reservación en hotelería y más. “Por favor, pedimos ayuda, son muchas noches a la intemperie. Aquí ni la Policía nos puede defender porque también están amenazados por los mismos indígenas. A la fuerza quieren desquitar sus molestias con nosotros”, señala la mujer.
La turista asegura haber llenado el formulario establecido por el Ministerio de Turismo en donde se deben reportar las personas atrapadas que necesitan ayuda para movilizarse. Ella espera que esta alternativa sí responda a prontas soluciones como las que ya se están viendo reflejadas en otras ciudades.
Patricio Andrade, guía de turismo de Cumbayá (Pichincha), agrega que el sector turístico se está moviendo por su propia cuenta. “Todo mundo anda apresurado en querer evacuar, en querer movilizarse porque si bien en este momento el paro es territorial en los espacio o sitios, no se descarta que este fin de semana se amplié la situación y abarque a las principales ciudades del país", afirma. (I)
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